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Cada vez que hablamos del tema de honrar a nuestros padres, se vienen a mi memoria muchas situaciones que vienen al caso, y hoy voy a escribirles acerca de una circunstancia en particular.
Hace un buen tiempo, aprendí que es mejor no decir nada cuando uno está molesto, que dejar salir el cumulo de palabras motivadas por nuestro enojo, por que cuando estamos molestos salen palabras que lastiman de nuestras bocas y aun cuando pidamos perdón posteriormente, puede ser que dejemos marcas en la persona ofendida, es el caso de este artículo, los padres no siempre tienen la razón, es cierto, pero también Dios los ha puesto sobre nosotros como autoridad que debemos respetar.
En varias ocasiones he estado en desacuerdo con algunas percepciones de mis padres, en un inicio y por repetidas ocasiones no me contenía y respondía sus argumentos u opiniones y terminábamos siempre en conflicto (peleados), entonces llego a mí la siguiente porción de la Biblia:
"Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien… Éxodo 20:12”. Acompañado de este otro texto Bíblico: “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1.”
Sin lugar a dudas la Biblia siempre tiene el consejo, la instrucción y las palabras correctas para aplicarlas a cada situación que vivimos hoy, mañana y siempre.
Bien, decidí poner en práctica lo que dice la palabra sobre esto, no me resulto sencillo, pero me di cuenta que tenía que ser constante si de verdad deseaba que Dios me ayudara a honrar a mis padres y obedecer lo que Dios mismo pide en su palabra. Y realmente por experiencia hoy entiendo que la constancia en seguir los caminos trazados por Dios es lo que nos lleva a efectuar cambios de mucha bendición para nuestra vida.
Y cuando por fin logre dominarme, gane mucho, primero aprendí a respetar y amar mas a mis padres, y ellos lo notaron, así que también comenzaron a tratarme de manera distinta, descubrí que efectivamente el dominio propio es una bendición de Dios, “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio 2ª. Timoteo 1:7.” Y no es que me quedara en silencio siempre, simplemente es expresar de la forma adecuado lo que pesamos delante de nuestros padres, y si el ambiente se pone difícil, no perder el control y abrir la boca sin pensar, es mejor alejarse, callar, y cuando todo se calme decir lo que de verdad pasa, así no lastimamos a nadie, no pecamos en este aspecto y todos ganamos, en especial uno mismo… la falta de respeto es una constante en las relaciones de padres e hijos en estos tiempos, por eso debemos leer la palabra de Dios todo el tiempo, para saber qué hacer en toda nuestra vida.
Sin duda la Biblia nos da muchas promesas de parte de Dios como sus hijos, pero junto con la promesa vienen las indicaciones de obediencia, van unidas. Si queremos solo las bendiciones, pues lamentablemente no llegaran si primero no nos esforzamos en obedecer lo que Dios nos muestra en su santa palabra, es como cuando nuestros padres terrenales nos premian por tener buenas calificaciones en el colegio, es decir, las buenas calificaciones son primero y luego la gratificación, lo mismo es en la vida espiritual.
Por eso dice el texto bíblico: "Honra a tu padre y a tu madre…" esto es lo ordena Dios en su palabra y por honrar a nuestros padres entendemos: amar, respetar, cuidar, procurar, a nuestros padres; y luego señala el texto bíblico: como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien… Éxodo 20:12”. En la última parte esta la bendición de Dios, su promesa, y en esta caso es para que nos vaya bien y seamos de larga vida, y al decir que nos vaya bien, Dios no solo se refiere al aspecto económico, sino a todas las áreas de la vida de sus hijos, la paz, el gozo y nuestras necesidades terrenales por que Dios lo contempla todo.
Dios te bendiga.