Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio
de Malaquías.
2
Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos
amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,
3
y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación,
y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
4
Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a
edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo
destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está
indignado para siempre.
5
Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová
engrandecido más allá de los límites de Israel.
6
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues,
soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice
Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y
decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
7
En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis:
¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
8
Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no
es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues,
a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los
ejércitos.
9
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga
piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová
de los ejércitos.
10
¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o
alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los
ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
11
Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es
grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y
ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los
ejércitos.
12
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la
mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable.
13
Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me
despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo,
y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.
14
Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su
rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová
de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este
mandamiento.
2
Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi
nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y
maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de
corazón.
3
He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al
rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados
juntamente con él.
4
Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese
mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.
5
Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo
le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.
6
La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue
hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la
iniquidad.
7
Porque los labios del sacerdote han de guardar la
sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los
ejércitos.
8
Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho
tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los
ejércitos.
9
Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo
el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis
acepción de personas.
10
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un
mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando
el pacto de nuestros padres?
11
Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido
abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó
con hija de dios extraño.
12
Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que
hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los
ejércitos.
13
Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de
lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla
con gusto de vuestra mano.
14
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre
ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera,
y la mujer de tu pacto.
15
¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu?
¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
16
Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el
repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos,
pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
17
Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y
decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a
Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos.
2
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o
quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador,
y como jabón de lavadores.
3
Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a
Jehová ofrenda en justicia.
4
Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, y como en los años antiguos.
5
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo
contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en
su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al
extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
6
Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no
habéis sido consumidos.
7
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de
mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?
8
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado.
Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
9
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación
toda, me habéis robado.
10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi
casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os
destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová
de los ejércitos.
12
Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque
seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
13
Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice
Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?
14
Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha
que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
15
Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y
los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
16
Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su
compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para
los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
17
Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los
ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su
hijo que le sirve.
18
Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre
el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y
todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los
abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
2
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de
justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la
manada.
3
Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las
plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.
4
Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué
en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.
5
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el
día de Jehová, grande y terrible.
6
El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y
el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con
maldición.