Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el
tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su
salida de la tierra de Egipto, diciendo:
2
Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de
Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos
los varones por sus cabezas.
3
De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la
guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.
4
Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno
jefe de la casa de sus padres.
5
Estos son los nombres de los varones que estarán con
vosotros: De la tribu de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
6
De Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
7
De Judá, Naasón hijo de Aminadab.
8
De Isacar, Natanael hijo de Zuar.
9
De Zabulón, Eliab hijo de Helón.
10
De los hijos de José: de Efraín, Elisama hijo de Amiud; de
Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
11
De Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
12
De Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
13
De Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
14
De Gad, Eliasaf hijo de Deuel.
15
De Neftalí, Ahira hijo de Enán.
16
Estos eran los nombrados de entre la congregación,
príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel.
17
Tomaron, pues, Moisés y Aarón a estos varones que fueron
designados por sus nombres,
18
y reunieron a toda la congregación en el día primero del
mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a
la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba.
19
Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el
desierto de Sinaí.
20
De los hijos de Rubén, primogénito de Israel, por su
descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de
los nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían
salir a la guerra;
21
los contados de la tribu de Rubén fueron cuarenta y seis
mil quinientos.
22
De los hijos de Simeón, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, fueron contados conforme a la cuenta de los
nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir
a la guerra;
23
los contados de la tribu de Simeón fueron cincuenta y nueve
mil trescientos.
24
De los hijos de Gad, por su descendencia, por sus familias,
según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años
arriba, todos los que podían salir a la guerra;
25
los contados de la tribu de Gad fueron cuarenta y cinco mil
seiscientos cincuenta.
26
De los hijos de Judá, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
27
los contados de la tribu de Judá fueron setenta y cuatro
mil seiscientos.
28
De los hijos de Isacar, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
29
los contados de la tribu de Isacar fueron cincuenta y cuatro
mil cuatrocientos.
30
De los hijos de Zabulón, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de sus nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
31
los contados de la tribu de Zabulón fueron cincuenta y
siete mil cuatrocientos.
32
De los hijos de José; de los hijos de Efraín, por su
descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de
los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
33
los contados de la tribu de Efraín fueron cuarenta mil
quinientos.
34
Y de los hijos de Manasés, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
35
los contados de la tribu de Manasés fueron treinta y dos
mil doscientos.
36
De los hijos de Benjamín, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
37
los contados de la tribu de Benjamín fueron treinta y cinco
mil cuatrocientos.
38
De los hijos de Dan, por su descendencia, por sus familias,
según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años
arriba, todos los que podían salir a la guerra;
39
los contados de la tribu de Dan fueron sesenta y dos mil
setecientos.
40
De los hijos de Aser, por su descendencia, por sus familias,
según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años
arriba, todos los que podían salir a la guerra;
41
los contados de la tribu de Aser fueron cuarenta y un mil
quinientos.
42
De los hijos de Neftalí, por su descendencia, por sus
familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte
años arriba, todos los que podían salir a la guerra;
43
los contados de la tribu de Neftalí fueron cincuenta y tres
mil cuatrocientos.
44
Estos fueron los contados, los cuales contaron Moisés y
Aarón, con los príncipes de Israel, doce varones, uno por cada casa de sus padres.
45
Y todos los contados de los hijos de Israel por las casas de
sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel,
46
fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos
cincuenta.
47
Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron
contados entre ellos;
48
porque habló Jehová a Moisés, diciendo:
49
Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la
cuenta de ellos entre los hijos de Israel,
50
sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del
testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos
llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán
alrededor del tabernáculo.
51
Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo
desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el
extraño que se acercare morirá.
52
Los hijos de Israel acamparán cada uno en su campamento, y
cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos;
53
pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del
testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de los hijos de Israel; y los
levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio.
54
E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas
que mandó Jehová a Moisés; así lo hicieron.
Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera,
bajo las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo de reunión
acamparán.
3
Estos acamparán al oriente, al este: la bandera del
campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de
Aminadab.
4
Su cuerpo de ejército, con sus contados, setenta y cuatro
mil seiscientos.
5
Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar; y el jefe
de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar.
6
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y cuatro
mil cuatrocientos.
7
Y la tribu de Zabulón; y el jefe de los hijos de Zabulón,
Eliab hijo de Helón.
8
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y siete
mil cuatrocientos.
9
Todos los contados en el campamento de Judá, ciento ochenta
y seis mil cuatrocientos, por sus ejércitos, marcharán delante.
10
La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus
ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
11
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y seis
mil quinientos.
12
Acamparán junto a él los de la tribu de Simeón; y el jefe
de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
13
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y nueve
mil trescientos.
14
Y la tribu de Gad; y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaf
hijo de Reuel.
15
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y cinco
mil seiscientos cincuenta.
16
Todos los contados en el campamento de Rubén, ciento
cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, por sus ejércitos, marcharán los segundos.
17
Luego irá el tabernáculo de reunión, con el campamento de
los levitas, en medio de los campamentos en el orden en que acampan; así marchará cada
uno junto a su bandera.
18
La bandera del campamento de Efraín por sus ejércitos, al
occidente; y el jefe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud.
19
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta mil
quinientos.
20
Junto a él estará la tribu de Manasés; y el jefe de los
hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
21
Su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y dos mil
doscientos.
22
Y la tribu de Benjamín; y el jefe de los hijos de
Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
23
Y su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y cinco
mil cuatrocientos.
24
Todos los contados en el campamento de Efraín, ciento ocho
mil cien, por sus ejércitos, irán los terceros.
25
La bandera del campamento de Dan estará al norte, por sus
ejércitos; y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.
26
Su cuerpo de ejército, con sus contados, sesenta y dos mil
setecientos.
27
Junto a él acamparán los de la tribu de Aser; y el jefe de
los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
28
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y un mil
quinientos.
29
Y la tribu de Neftalí; y el jefe de los hijos de Neftalí,
Ahira hijo de Enán.
30
Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y tres
mil cuatrocientos.
31
Todos los contados en el campamento de Dan, ciento cincuenta
y siete mil seiscientos, irán los últimos tras sus banderas.
32
Estos son los contados de los hijos de Israel, según las
casas de sus padres; todos los contados por campamentos, por sus ejércitos, seiscientos
tres mil quinientos cincuenta.
33
Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de
Israel, como Jehová lo mandó a Moisés.
34
E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas
que Jehová mandó a Moisés; así acamparon por sus banderas, y así marcharon cada uno
por sus familias, según las casas de sus padres.
Estos son los descendientes de Aarón y de Moisés, en el
día en que Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí.
2
Y estos son los nombres de los hijos de Aarón: Nadab el
primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar.
3
Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes
ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio.
4
Pero Nadab y Abiú murieron delante de Jehová cuando
ofrecieron fuego extraño delante de Jehová en el desierto de Sinaí; y no tuvieron
hijos; y Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio delante de Aarón su padre.
5
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
6
Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla estar delante
del sacerdote Aarón, para que le sirvan,
7
y desempeñen el encargo de él, y el encargo de toda la
congregación delante del tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del
tabernáculo;
8
y guarden todos los utensilios del tabernáculo de reunión,
y todo lo encargado a ellos por los hijos de Israel, y ministren en el servicio del
tabernáculo.
9
Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos; le son
enteramente dados de entre los hijos de Israel.
10
Y constituirás a Aarón y a sus hijos para que ejerzan su
sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
11
Habló además Jehová a Moisés, diciendo:
12
He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de
Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de
Israel; serán, pues, míos los levitas.
13
Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo
hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos
los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.
14
Y Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí,
diciendo:
15
Cuenta los hijos de Leví según las casas de sus padres,
por sus familias; contarás todos los varones de un mes arriba.
16
Y Moisés los contó conforme a la palabra de Jehová, como
le fue mandado.
17
Los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón,
Coat y Merari.
18
Y los nombres de los hijos de Gersón por sus familias son
estos: Libni y Simei.
19
Los hijos de Coat por sus familias son: Amram, Izhar,
Hebrón y Uziel.
20
Y los hijos de Merari por sus familias: Mahli y Musi. Estas
son las familias de Leví, según las casas de sus padres.
21
De Gersón era la familia de Libni y la de Simei; estas son
las familias de Gersón.
22
Los contados de ellos conforme a la cuenta de todos los
varones de un mes arriba, los contados de ellos fueron siete mil quinientos.
23
Las familias de Gersón acamparán a espaldas del
tabernáculo, al occidente;
24
y el jefe del linaje de los gersonitas, Eliasaf hijo de
Lael.
25
A cargo de los hijos de Gersón, en el tabernáculo de
reunión, estarán el tabernáculo, la tienda y su cubierta, la cortina de la puerta del
tabernáculo de reunión,
26
las cortinas del atrio, y la cortina de la puerta del atrio,
que está junto al tabernáculo y junto al altar alrededor; asimismo sus cuerdas para todo
su servicio.
27
De Coat eran la familia de los amramitas, la familia de los
izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas; estas son las
familias coatitas.
28
El número de todos los varones de un mes arriba era ocho
mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
29
Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del
tabernáculo, al sur;
30
y el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo
de Uziel.
31
A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero,
los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su
servicio.
32
Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar
hijo del sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la guarda del santuario.
33
De Merari era la familia de los mahlitas y la familia de los
musitas; estas son las familias de Merari.
34
Los contados de ellos conforme al número de todos los
varones de un mes arriba fueron seis mil doscientos.
35
Y el jefe de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de
Abihail; acamparán al lado del tabernáculo, al norte.
36
A cargo de los hijos de Merari estará la custodia de las
tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y todos sus enseres, con todo
su servicio;
37
y las columnas alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y
sus cuerdas.
38
Los que acamparán delante del tabernáculo al oriente,
delante del tabernáculo de reunión al este, serán Moisés y Aarón y sus hijos,
teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel; y el extraño que se
acercare, morirá.
39
Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón
conforme a la palabra de Jehová contaron por sus familias, todos los varones de un mes
arriba, fueron veintidós mil.
40
Y Jehová dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos
varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y cuéntalos por sus nombres.
41
Y tomarás a los levitas para mí en lugar de todos los
primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de todos los
primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Yo Jehová.
42
Contó Moisés, como Jehová le mandó, todos los
primogénitos de los hijos de Israel.
43
Y todos los primogénitos varones, conforme al número de
sus nombres, de un mes arriba, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.
44
Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:
45
Toma los levitas en lugar de todos los primogénitos de los
hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de sus animales; y los levitas
serán míos. Yo Jehová.
46
Y para el rescate de los doscientos setenta y tres de los
primogénitos de los hijos de Israel, que exceden a los levitas,
47
tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del
santuario los tomarás. El siclo tiene veinte geras.
48
Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de los
que exceden.
49
Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que
excedían el número de los redimidos por los levitas,
50
y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en
dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario.
51
Y Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus
hijos, conforme a la palabra de Jehová, según lo que Jehová había mandado a Moisés.
Toma la cuenta de los hijos de Coat de entre los hijos de
Leví, por sus familias, según las casas de sus padres,
3
de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos
los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
4
El oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de
reunión, en el lugar santísimo, será este:
5
Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus
hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio;
6
y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y
extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas.
7
Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul,
y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y
el pan continuo estará sobre ella.
8
Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán
con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas.
9
Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero del
alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus utensilios del
aceite con que se sirve;
10
y lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de
pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas parihuelas.
11
Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo
cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas.
12
Y tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen
uso en el santuario, y los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de
pieles de tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas.
13
Quitarán la ceniza del altar, y extenderán sobre él un
paño de púrpura;
14
y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve:
las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y
extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas;
15
Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y
todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán
después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que
mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión.
16
Pero a cargo de Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el
aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la
unción; el cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y
de sus utensilios.
17
Habló también Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
18
No haréis que perezca la tribu de las familias de Coat de
entre los levitas.
19
Para que cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no
mueran, haréis con ellos esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en
su oficio y en su cargo.
20
No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque
morirán.
21
Además habló Jehová a Moisés, diciendo:
22
Toma también el número de los hijos de Gersón según las
casas de sus padres, por sus familias.
23
De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los
contarás; todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
24
Este será el oficio de las familias de Gersón, para
ministrar y para llevar:
25
Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de
reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la
cortina de la puerta del tabernáculo de reunión,
26
las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio,
que está cerca del tabernáculo y cerca del altar alrededor, sus cuerdas, y todos los
instrumentos de su servicio y todo lo que será hecho para ellos; así servirán.
27
Según la orden de Aarón y de sus hijos será todo el
ministerio de los hijos de Gersón en todos sus cargos, y en todo su servicio; y les
encomendaréis en guarda todos sus cargos.
28
Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón
en el tabernáculo de reunión; y el cargo de ellos estará bajo la dirección de Itamar
hijo del sacerdote Aarón.
29
Contarás los hijos de Merari por sus familias, según las
casas de sus padres.
30
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de
cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía para servir en el
tabernáculo de reunión.
31
Este será el deber de su cargo para todo su servicio en el
tabernáculo de reunión: las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus
basas,
32
las columnas del atrio alrededor y sus basas, sus estacas y
sus cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio; y consignarás por sus nombres
todos los utensilios que ellos tienen que transportar.
33
Este será el servicio de las familias de los hijos de
Merari para todo su ministerio en el tabernáculo de reunión, bajo la dirección de
Itamar hijo del sacerdote Aarón.
34
Moisés, pues, y Aarón, y los jefes de la congregación,
contaron a los hijos de Coat por sus familias y según las casas de sus padres,
35
desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de
cincuenta años; todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de
reunión.
36
Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil
setecientos cincuenta.
37
Estos fueron los contados de las familias de Coat, todos los
que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón, como
lo mandó Jehová por medio de Moisés.
38
Y los contados de los hijos de Gersón por sus familias,
según las casas de sus padres,
39
desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de
cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de
reunión;
40
los contados de ellos por sus familias, según las casas de
sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta.
41
Estos son los contados de las familias de los hijos de
Gersón, todos los que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron
Moisés y Aarón por mandato de Jehová.
42
Y los contados de las familias de los hijos de Merari, por
sus familias, según las casas de sus padres,
43
desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de
cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de
reunión;
44
los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil
doscientos.
45
Estos fueron los contados de las familias de los hijos de
Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón, según lo mandó Jehová por medio de
Moisés.
46
Todos los contados de los levitas que Moisés y Aarón y los
jefes de Israel contaron por sus familias, y según las casas de sus padres,
47
desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de
cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de
obra en el tabernáculo de reunión,
48
los contados de ellos fueron ocho mil quinientos ochenta.
49
Como lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron contados,
cada uno según su oficio y según su cargo; los cuales contó él, como le fue mandado.
Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo
leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto.
3
Así a hombres como a mujeres echaréis; fuera del
campamento los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los
cuales yo habito.
4
Y lo hicieron así los hijos de Israel, y los echaron fuera
del campamento; como Jehová dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.
5
Además habló Jehová a Moisés, diciendo:
6
Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere
alguno de todos los pecados con que los hombres prevarican contra Jehová y delinquen,
7
aquella persona confesará el pecado que cometió, y
compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a
aquel contra quien pecó.
8
Y si aquel hombre no tuviere pariente al cual sea resarcido
el daño, se dará la indemnización del agravio a Jehová entregándola al sacerdote,
además del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por él.
9
Toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de
Israel presentaren al sacerdote, suya será.
10
Y lo santificado de cualquiera será suyo; asimismo lo que
cualquiera diere al sacerdote, suyo será.
11
También Jehová habló a Moisés, diciendo:
12
Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno
se descarriare, y le fuere infiel,
13
y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese
visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella
hubiere sido sorprendida en el acto;
14
si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de
su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere
celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado;
15
entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y con ella
traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella
aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa,
que trae a la memoria el pecado.
16
Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante
de Jehová.
17
Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de
barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y
lo echará en el agua.
18
Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de
Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda
recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas
amargas que acarrean maldición.
19
Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha
dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas
aguas amargas que traen maldición;
20
mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado,
y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido
21
(el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de
maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y execración en medio de tu
pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche;
22
y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y
hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
23
El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las
borrará con las aguas amargas;
24
y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen
maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar.
25
Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la
ofrenda de los celos, y la mecerá delante de Jehová, y la ofrecerá delante del altar.
26
Y tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda en memoria
de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
27
Le dará, pues, a beber las aguas; y si fuere inmunda y
hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para
amargar, y su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio
de su pueblo.
28
Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia,
ella será libre, y será fecunda.
29
Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere
infidelidad contra su marido, y se amancillare;
30
o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y
tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Jehová, y el sacerdote
ejecutará en ella toda esta ley.
31
El hombre será libre de iniquidad, y la mujer llevará su
pecado.
Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer
que se apartare haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Jehová,
3
se abstendrá de vino y de sidra; no beberá vinagre de
vino, ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas
frescas ni secas.
4
Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de la
vid, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.
5
Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja
sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová, será
santo; dejará crecer su cabello.
6
Todo el tiempo que se aparte para Jehová, no se acercará a
persona muerta.
7
Ni aun por su padre ni por su madre, ni por su hermano ni
por su hermana, podrá contaminarse cuando mueran; porque la consagración de su Dios
tiene sobre su cabeza.
8
Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Jehová.
9
Si alguno muriere súbitamente junto a él, su cabeza
consagrada será contaminada; por tanto, el día de su purificación raerá su cabeza; al
séptimo día la raerá.
10
Y el día octavo traerá dos tórtolas o dos palominos al
sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión.
11
Y el sacerdote ofrecerá el uno en expiación, y el otro en
holocausto; y hará expiación de lo que pecó a causa del muerto, y santificará su
cabeza en aquel día.
12
Y consagrará para Jehová los días de su nazareato, y
traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán
anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.
13
Esta es, pues, la ley del nazareo el día que se cumpliere
el tiempo de su nazareato: Vendrá a la puerta del tabernáculo de reunión,
14
y ofrecerá su ofrenda a Jehová, un cordero de un año sin
tacha en holocausto, y una cordera de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin
defecto por ofrenda de paz.
15
Además un canastillo de tortas sin levadura, de flor de
harina amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y su ofrenda y
sus libaciones.
16
Y el sacerdote lo ofrecerá delante de Jehová, y hará su
expiación y su holocausto;
17
y ofrecerá el carnero en ofrenda de paz a Jehová, con el
canastillo de los panes sin levadura; ofrecerá asimismo el sacerdote su ofrenda y sus
libaciones.
18
Entonces el nazareo raerá a la puerta del tabernáculo de
reunión su cabeza consagrada, y tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los
pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz.
19
Después tomará el sacerdote la espaldilla cocida del
carnero, una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y las pondrá
sobre las manos del nazareo, después que fuere raída su cabeza consagrada;
20
y el sacerdote mecerá aquello como ofrenda mecida delante
de Jehová, lo cual será cosa santa del sacerdote, además del pecho mecido y de la
espaldilla separada; después el nazareo podrá beber vino.
21
Esta es la ley del nazareo que hiciere voto de su ofrenda a
Jehová por su nazareato, además de lo que sus recursos le permitieren; según el voto
que hiciere, así hará, conforme a la ley de su nazareato.
22
Jehová habló a Moisés, diciendo:
23
Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a
los hijos de Israel, diciéndoles:
24
Jehová te bendiga, y te guarde;
25
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti
misericordia;
26
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
27
Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los
bendeciré.
Aconteció que cuando Moisés hubo acabado de levantar el
tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus utensilios, y asimismo ungido
y santificado el altar y todos sus utensilios,
2
entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de
sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados,
ofrecieron;
3
y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros
cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, y los
ofrecieron delante del tabernáculo.
4
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
5
Tómalos de ellos, y serán para el servicio del
tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.
6
Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio
a los levitas.
7
Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón,
conforme a su ministerio,
8
y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes,
conforme a su ministerio bajo la mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón.
9
Pero a los hijos de Coat no les dio, porque llevaban sobre
sí en los hombros el servicio del santuario.
10
Y los príncipes trajeron ofrendas para la dedicación del
altar el día en que fue ungido, ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar.
11
Y Jehová dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un
príncipe un día, y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.
12
Y el que ofreció su ofrenda el primer día fue Naasón hijo
de Aminadab, de la tribu de Judá.
13
Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de
peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor
de harina amasada con aceite para ofrenda;
14
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
15
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
16
un macho cabrío para expiación;
17
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de
Aminadab.
18
El segundo día ofreció Natanael hijo de Zuar, príncipe de
Isacar.
19
Ofreció como su ofrenda un plato de plata de ciento treinta
siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos
llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
20
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
21
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
22
un macho cabrío para expiación;
23
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar.
24
El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos
de Zabulón.
25
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
26
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
27
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
28
un macho cabrío para expiación;
29
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón.
30
El cuarto día, Elisur hijo de Sedeur, príncipe de los
hijos de Rubén.
31
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
32
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
33
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
34
un macho cabrío para expiación;
35
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisur hijo de Sedeur.
36
El quinto día, Selumiel hijo de Zurisadai, príncipe de los
hijos de Simeón.
37
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
38
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
39
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
40
un macho cabrío para expiación;
41
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de
Zurisadai.
42
El sexto día, Eliasaf hijo de Deuel, príncipe de los hijos
de Gad.
43
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
44
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
45
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
46
un macho cabrío para expiación;
47
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel.
48
El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraín,
Elisama hijo de Amiud.
49
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
50
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
51
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
52
un macho cabrío para expiación;
53
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisama hijo de Amiud.
54
El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés,
Gamaliel hijo de Pedasur.
55
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
56
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
57
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
58
un macho cabrío para expiación;
59
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de
Pedasur.
60
El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín,
Abidán hijo de Gedeoni.
61
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
62
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
63
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
64
un macho cabrío para expiación;
65
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Abidán hijo de
Gedeoni.
66
El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer
hijo de Amisadai.
67
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
68
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
69
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
70
un macho cabrío para expiación;
71
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahiezer hijo de
Amisadai.
72
El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel
hijo de Ocrán.
73
Y su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos
de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite para ofrenda;
74
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
75
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
76
un macho cabrío para expiación;
77
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Pagiel hijo de Ocrán.
78
El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí,
Ahira hijo de Enán.
79
Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de
peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor
de harina amasada con aceite para ofrenda;
80
una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;
81
un becerro, un carnero, un cordero de un año para
holocausto;
82
un macho cabrío para expiación;
83
y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahira hijo de Enán.
84
Esta fue la ofrenda que los príncipes de Israel ofrecieron
para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce platos de plata, doce
jarros de plata, doce cucharas de oro.
85
Cada plato de ciento treinta siclos, y cada jarro de
setenta; toda la plata de la vajilla, dos mil cuatrocientos siclos, al siclo del
santuario.
86
Las doce cucharas de oro llenas de incienso, de diez siclos
cada cuchara, al siclo del santuario; todo el oro de las cucharas, ciento veinte siclos.
87
Todos los bueyes para holocausto, doce becerros; doce los
carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para
expiación.
88
Y todos los bueyes de la ofrenda de paz, veinticuatro
novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos, y sesenta los corderos de un
año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después que fue ungido.
89
Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión,
para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba
sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.
Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las
siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero.
3
Y Aarón lo hizo así; encendió hacia la parte anterior del
candelero sus lámparas, como Jehová lo mandó a Moisés.
4
Y esta era la hechura del candelero, de oro labrado a
martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que
Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero.
5
También Jehová habló a Moisés, diciendo:
6
Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz
expiación por ellos.
7
Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el
agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus
vestidos, y serán purificados.
8
Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina
amasada con aceite; y tomarás otro novillo para expiación.
9
Y harás que los levitas se acerquen delante del
tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel.
10
Y cuando hayas acercado a los levitas delante de Jehová,
pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas;
11
y ofrecerá Aarón los levitas delante de Jehová en ofrenda
de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová.
12
Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los
novillos; y ofrecerás el uno por expiación, y el otro en holocausto a Jehová, para
hacer expiación por los levitas.
13
Y presentarás a los levitas delante de Aarón, y delante de
sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda a Jehová.
14
Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel,
y serán míos los levitas.
15
Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el
tabernáculo de reunión; serán purificados, y los ofrecerás en ofrenda.
16
Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de
entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar
de los primogénitos de todos los hijos de Israel.
17
Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de
Israel, así de hombres como de animales; desde el día que yo herí a todo primogénito
en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí.
18
Y he tomado a los levitas en lugar de todos los
primogénitos de los hijos de Israel.
19
Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de
entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el
tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en
los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.
20
Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de
Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés
acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel.
21
Y los levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y
Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para
purificarlos.
22
Así vinieron después los levitas para ejercer su
ministerio en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos; de la
manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
23
Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:
24
Los levitas de veinticinco años arriba entrarán a ejercer
su ministerio en el servicio del tabernáculo de reunión.
25
Pero desde los cincuenta años cesarán de ejercer su
ministerio, y nunca más lo ejercerán.
26
Servirán con sus hermanos en el tabernáculo de reunión,
para hacer la guardia, pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en
cuanto a su ministerio.
Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el
segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:
2
Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo.
3
El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la
celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la
celebraréis.
4
Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen
la pascua.
5
Celebraron la pascua en el mes primero, a los catorce días
del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que
mandó Jehová a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
6
Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y
no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de
Aarón aquel día,
7
y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por
causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo
entre los hijos de Israel?
8
Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena
Jehová acerca de vosotros.
9
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
10
Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de
vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere inmundo por causa de muerto o
estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová.
11
En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las
dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán.
12
No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni
quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.
13
Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si
dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto
no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.
14
Y si morare con vosotros extranjero, y celebrare la pascua a
Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito
tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra.
15
El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el
tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo
como una apariencia de fuego, hasta la mañana.
16
Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de
noche la apariencia de fuego.
17
Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de
Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel.
18
Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al
mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo,
permanecían acampados.
19
Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos
días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían.
20
Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días,
al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían.
21
Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la
mañana, o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un
día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.
22
O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se
detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían
acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían.
23
Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová
partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de
Moisés.
Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las
harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los
campamentos.
3
Y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante
ti a la puerta del tabernáculo de reunión.
4
Mas cuando tocaren sólo una, entonces se congregarán ante
ti los príncipes, los jefes de los millares de Israel.
5
Y cuando tocareis alarma, entonces moverán los campamentos
de los que están acampados al oriente.
6
Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán
los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas.
7
Pero para reunir la congregación tocaréis, mas no con
sonido de alarma.
8
Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las
trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones.
9
Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el
enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por
Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.
10
Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras
solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre
vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de
vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.
11
En el año segundo, en el mes segundo, a los veinte días
del mes, la nube se alzó del tabernáculo del testimonio.
12
Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí
según el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Parán.
13
Partieron la primera vez al mandato de Jehová por medio de
Moisés.
14
La bandera del campamento de los hijos de Judá comenzó a
marchar primero, por sus ejércitos; y Naasón hijo de Aminadab estaba sobre su cuerpo de
ejército.
15
Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Isacar, Natanael hijo de Zuar.
16
Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Zabulón, Eliab hijo de Helón.
17
Después que estaba ya desarmado el tabernáculo, se
movieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.
18
Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de Rubén
por sus ejércitos; y Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su cuerpo de ejército.
19
Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.
20
Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Gad, Eliasaf hijo de Deuel.
21
Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el
santuario; y entretanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabernáculo.
22
Después comenzó a marchar la bandera del campamento de los
hijos de Efraín por sus ejércitos; y Elisama hijo de Amiud estaba sobre su cuerpo de
ejército.
23
Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
24
Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
25
Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de los
hijos de Dan por sus ejércitos, a retaguardia de todos los campamentos; y Ahiezer hijo de
Amisadai estaba sobre su cuerpo de ejército.
26
Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
27
Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de
Neftalí, Ahira hijo de Enán.
28
Este era el orden de marcha de los hijos de Israel por sus
ejércitos cuando partían.
29
Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su
suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con
nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel.
30
Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi
tierra y a mi parentela.
31
Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú conoces
los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.
32
Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que
Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.
33
Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y
el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar
de descanso.
34
Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que
salieron del campamento.
35
Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh
Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
36
Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los
millares de millares de Israel.
Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo
oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno
de los extremos del campamento.
2
Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a
Jehová, y el fuego se extinguió.
3
Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se
encendió en ellos.
4
Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo
deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a
comer carne!
5
Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde,
de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
6
y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven
nuestros ojos.
7
Y era el maná como semilla de culantro, y su color como
color de bedelio.
8
El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos
o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como
sabor de aceite nuevo.
9
Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche,
el maná descendía sobre él.
10
Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada
uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le
pareció mal a Moisés.
11
Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu
siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo
este pueblo sobre mí?
12
¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para
que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la
cual juraste a sus padres?
13
¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este
pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.
14
No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es
pesado en demasía.
15
Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des
muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
16
Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de
los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y
tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.
17
Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del
espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y
no la llevarás tú solo.
18
Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis
carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer
carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.
19
No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez
días, ni veinte días,
20
sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las
narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de
vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?
21
Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo
en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero!
22
¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten?
¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?
23
Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha
acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.
24
Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y
reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del
tabernáculo.
25
Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó
del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó
sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.
26
Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el
uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos
entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el
campamento.
27
Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y
Medad profetizan en el campamento.
28
Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés,
uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.
29
Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá
todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.
30
Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de
Israel.
31
Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y
las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro,
alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.
32
Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda
la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez
montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento.
33
Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que
fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al
pueblo con una plaga muy grande.
34
Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto
allí sepultaron al pueblo codicioso.
35
De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó
en Hazerot.
María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer
cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.
2
Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No
ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.
3
Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los
hombres que había sobre la tierra.
4
Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid
vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.
5
Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se
puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.
6
Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
7
No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
8
Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por
figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar
contra mi siervo Moisés?
9
Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se
fue.
10
Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María
estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
11
Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora
sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.
12
No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir
del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.
13
Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh
Dios, que la sanes ahora.
14
Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera
escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del
campamento por siete días, y después volverá a la congregación.
15
Así María fue echada del campamento siete días; y el
pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.
16
Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el
desierto de Parán.
Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la
cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada
uno príncipe entre ellos.
3
Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a
la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.
4
Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de
Zacur.
5
De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.
6
De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.
7
De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.
8
De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.
9
De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.
10
De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.
11
De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de
Susi.
12
De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.
13
De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.
14
De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.
15
De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.
16
Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a
reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.
17
Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán,
diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,
18
y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si
es fuerte o débil, si poco o numeroso;
19
cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son
las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;
20
y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él
hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las
primeras uvas.
21
Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto
de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.
22
Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí
estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de
Zoán en Egipto.
23
Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un
sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de
los higos.
24
Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que
cortaron de allí los hijos de Israel.
25
Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
26
Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la
congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la
información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.
27
Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la
cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.
28
Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las
ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.
29
Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo
habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.
30
Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y
dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
31
Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos
subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32
Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que
habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que
traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande
estatura.
33
También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los
gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a
ellos.
Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el
pueblo lloró aquella noche.
2
Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos
de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en
este desierto ojalá muriéramos!
3
¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a
espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor
volvernos a Egipto?
4
Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y
volvámonos a Egipto.
5
Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros
delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.
6
Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los
que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,
7
y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel,
diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
8
Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta
tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
9
Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al
pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de
ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
10
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la
gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel,
11
y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar
este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio
de ellos?
12
Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te
pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.
13
Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los
egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder;
14
y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han
oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías
tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en
columna de nube, y de noche en columna de fuego;
15
y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y
las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo:
16
Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de
la cual les había jurado, los mató en el desierto.
17
Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del
Señor, como lo hablaste, diciendo:
18
Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que
perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al
culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta
los cuartos.
19
Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza
de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
20
Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu
dicho.
21
Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la
tierra,
22
todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho
en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,
23
no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no,
ninguno de los que me han irritado la verá.
24
Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro
espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su
descendencia la tendrá en posesión.
25
Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle;
volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.
26
Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
27
¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura
contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
28
Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a
mis oídos, así haré yo con vosotros.
29
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número
de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han
murmurado contra mí.
30
Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual
alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y
a Josué hijo de Nun.
31
Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían
por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
32
En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este
desierto.
33
Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto
cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean
consumidos en el desierto.
34
Conforme al número de los días, de los cuarenta días en
que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por
cada día; y conoceréis mi castigo.
35
Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud
perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí
morirán.
36
Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y
que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando
aquel país,
37
aquellos varones que habían hablado mal de la tierra,
murieron de plaga delante de Jehová.
38
Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con
vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
39
Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el
pueblo se enlutó mucho.
40
Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del
monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos
pecado.
41
Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de
Jehová? Esto tampoco os saldrá bien.
42
No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no
seáis heridos delante de vuestros enemigos.
43
Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de
vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por
eso no estará Jehová con vosotros.
44
Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte;
pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento.
45
Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en
aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado
en la tierra de vuestra habitación que yo os doy,
3
y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o
sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas
solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas;
4
entonces el que presente su ofrenda a Jehová traerá como
ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un
hin de aceite.
5
De vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un
hin, además del holocausto o del sacrificio, por cada cordero.
6
Por cada carnero harás ofrenda de dos décimas de flor de
harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite;
7
y de vino para la libación ofrecerás la tercera parte de
un hin, en olor grato a Jehová.
8
Cuando ofrecieres novillo en holocausto o sacrificio, por
especial voto, o de paz a Jehová,
9
ofrecerás con el novillo una ofrenda de tres décimas de
flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite;
10
y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin,
en ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
11
Así se hará con cada buey, o carnero, o cordero de las
ovejas, o cabrito.
12
Conforme al número así haréis con cada uno, según el
número de ellos.
13
Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda
encendida de olor grato a Jehová.
14
Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que
estuviere entre vosotros por vuestras generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor
grato a Jehová, como vosotros hiciereis, así hará él.
15
Un mismo estatuto tendréis vosotros de la congregación y
el extranjero que con vosotros mora; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones;
como vosotros, así será el extranjero delante de Jehová.
16
Una misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el
extranjero que con vosotros mora.
17
También habló Jehová a Moisés, diciendo:
18
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado
en la tierra a la cual yo os llevo,
19
cuando comencéis a comer del pan de la tierra, ofreceréis
ofrenda a Jehová.
20
De lo primero que amaséis, ofreceréis una torta en
ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis.
21
De las primicias de vuestra masa daréis a Jehová ofrenda
por vuestras generaciones.
22
Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos
que Jehová ha dicho a Moisés,
23
todas las cosas que Jehová os ha mandado por medio de
Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y en adelante por vuestras edades,
24
si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la
congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a
Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en
expiación.
25
Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de
los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus
ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus
yerros.
26
Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de
Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
27
Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un
año para expiación.
28
Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya
pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será
perdonado.
29
El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que
habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.
30
Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el
natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su
pueblo.
31
Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y
menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá
sobre ella.
32
Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un
hombre que recogía leña en día de reposo.
33
Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a
Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;
34
y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué
se le había de hacer.
35
Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel
hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.
36
Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y
lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.
37
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
38
Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en
los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un
cordón de azul.
39
Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os
acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en
pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.
40
Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y
seáis santos a vuestro Dios.
41
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de
Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.
Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y
Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente,
2
y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta
varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo,
varones de renombre.
3
Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta
ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos
está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
4
Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro;
5
y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana
mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que
él escogiere, él lo acercará a sí.
6
Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito,
7
y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de
Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os
baste, hijos de Leví.
8
Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví:
9
¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la
congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del
tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles,
10
y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos
de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio?
11
Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis
contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
12
Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab;
mas ellos respondieron: No iremos allá.
13
¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que
destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees
de nosotros imperiosamente?
14
Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y
miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres?
No subiremos.
15
Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová:
No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho
mal.
16
Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito,
poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón;
17
y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y
acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios;
tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.
18
Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y
echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con
Moisés y Aarón.
19
Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la
congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová
apareció a toda la congregación.
20
Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:
21
Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un
momento.
22
Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios,
Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué
airarte contra toda la congregación?
23
Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
24
Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de
la tienda de Coré, Datán y Abiram.
25
Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y
los ancianos de Israel fueron en pos de él.
26
Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de
las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no
perezcáis en todos sus pecados.
27
Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de
Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas,
con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos.
28
Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha
enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.
29
Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos
al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.
30
Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su
boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis
que estos hombres irritaron a Jehová.
31
Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas
palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.
32
Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas,
a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.
33
Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al
Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
34
Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron
al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.
35
También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a
los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
36
Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
37
Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los
incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son
santificados
38
los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y
harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos
delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel.
39
Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con
que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar,
40
en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún
extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante
de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por
medio de Moisés.
41
El día siguiente, toda la congregación de los hijos de
Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo
de Jehová.
42
Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra
Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había
cubierto, y apareció la gloria de Jehová.
43
Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de
reunión.
44
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
45
Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré
en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros.
46
Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él
fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz
expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad
ha comenzado.
47
Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y
corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el
pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo,
48
y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la
mortandad.
49
Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil
setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré.
50
Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del
tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.
Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por
cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas
de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.
3
Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví;
porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.
4
Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del
testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros.
5
Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar
de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.
6
Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los
príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara,
en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.
7
Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el
tabernáculo del testimonio.
8
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al
tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había
reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
9
Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová
a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.
10
Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante
del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus
quejas de delante de mí, para que no mueran.
11
E hizo Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo.
12
Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo:
He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.
13
Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo
de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?
Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu
padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el
pecado de vuestro sacerdocio.
2
Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu
padre, haz que se acerquen a ti y se junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos
contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.
3
Y guardarán lo que tú ordenes, y el cargo de todo el
tabernáculo; mas no se acercarán a los utensilios santos ni al altar, para que no mueran
ellos y vosotros.
4
Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del
tabernáculo de reunión en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de
acercar a vosotros.
5
Y tendréis el cuidado del santuario, y el cuidado del
altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel.
6
Porque he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los
levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don de Jehová, para que sirvan
en el ministerio del tabernáculo de reunión.
7
Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio
en todo lo relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en
don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
8
Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también
el cuidado de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado
por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.
9
Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas,
reservadas del fuego; toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el
pecado de ellos, y toda expiación por la culpa de ellos, que me han de presentar, será
cosa muy santa para ti y para tus hijos.
10
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella;
cosa santa será para ti.
11
Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones, y
todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti y a tus hijos y a tus
hijas contigo, por estatuto perpetuo; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
12
De aceite, de mosto y de trigo, todo lo más escogido, las
primicias de ello, que presentarán a Jehová, para ti las he dado.
13
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las
cuales traerán a Jehová, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
14
Todo lo consagrado por voto en Israel será tuyo.
15
Todo lo que abre matriz, de toda carne que ofrecerán a
Jehová, así de hombres como de animales, será tuyo; pero harás que se redima el
primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo.
16
De un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu
estimación, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de
veinte geras.
17
Mas el primogénito de vaca, el primogénito de oveja y el
primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre
el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor grato a Jehová.
18
Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la ofrenda
mecida y como la espaldilla derecha, será tuya.
19
Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los
hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus
hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti
y para tu descendencia contigo.
20
Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás
heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos
de Israel.
21
Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos
en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del
tabernáculo de reunión.
22
Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo
de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran.
23
Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de
reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y
no poseerán heredad entre los hijos de Israel.
24
Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los
hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los
hijos de Israel no poseerán heredad.
25
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
26
Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis
de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros
presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.
27
Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y
como producto del lagar.
28
Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de
todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda
de Jehová al sacerdote Aarón.
29
De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda a Jehová;
de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada.
30
Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será
contado a los levitas como producto de la era, y como producto del lagar.
31
Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras
familias; pues es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo de
reunión.
32
Y no llevaréis pecado por ello, cuando hubiereis ofrecido
la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas santas de los hijos de Israel, y no
moriréis.
Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito,
diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual
no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;
3
y la daréis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera
del campamento, y la hará degollar en su presencia.
4
Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y
rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete
veces;
5
y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y
su sangre, con su estiércol, hará quemar.
6
Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y
escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.
7
El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su
cuerpo con agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta
la noche.
8
Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua,
también lavará en agua su cuerpo, y será inmundo hasta la noche.
9
Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las
pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los
hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.
10
Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus
vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de
Israel, y para el extranjero que mora entre ellos.
11
El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo
siete días.
12
Al tercer día se purificará con aquella agua, y al
séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al
séptimo día.
13
Todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se
purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de
Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y
su inmundicia será sobre él.
14
Esta es la ley para cuando alguno muera en la tienda:
cualquiera que entre en la tienda, y todo el que esté en ella, será inmundo siete días.
15
Y toda vasija abierta, cuya tapa no esté bien ajustada,
será inmunda;
16
y cualquiera que tocare algún muerto a espada sobre la faz
del campo, o algún cadáver, o hueso humano, o sepulcro, siete días será inmundo.
17
Y para el inmundo tomarán de la ceniza de la vaca quemada
de la expiación, y echarán sobre ella agua corriente en un recipiente;
18
y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua,
y rociará sobre la tienda, sobre todos los muebles, sobre las personas que allí
estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el
sepulcro.
19
Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercero y al
séptimo día; y cuando lo haya purificado al día séptimo, él lavará luego sus
vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será limpio a la noche.
20
Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona
será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová;
no fue rociada sobre él el agua de la purificación; es inmundo.
21
Les será estatuto perpetuo; también el que rociare el agua
de la purificación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la purificación
será inmundo hasta la noche.
22
Y todo lo que el inmundo tocare, será inmundo; y la persona
que lo tocare será inmunda hasta la noche.
Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al
desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y
allí fue sepultada.
2
Y porque no había agua para la congregación, se juntaron
contra Moisés y Aarón.
3
Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá
hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!
4
¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este
desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?
5
¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a
este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de
agua para beber.
6
Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación
a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de
Jehová apareció sobre ellos.
7
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
8
Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu
hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas
de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.
9
Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como
él le mandó.
10
Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de
la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta
peña?
11
Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su
vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
12
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no
creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no
meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
13
Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales
contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos.
14
Envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades,
diciendo: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido;
15
cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en
Egipto largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres;
16
y clamamos a Jehová, el cual oyó nuestra voz, y envió un
ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad cercana a tus
fronteras.
17
Te rogamos que pasemos por tu tierra. No pasaremos por
labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos; por el camino real iremos, sin
apartarnos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos pasado tu territorio.
18
Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra
manera, saldré contra ti armado.
19
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino principal
iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; déjame
solamente pasar a pie, nada más.
20
Pero él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él
con mucho pueblo, y mano fuerte.
21
No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio,
y se desvió Israel de él.
22
Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella
congregación, vinieron al monte de Hor.
23
Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en
la frontera de la tierra de Edom, diciendo:
24
Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la
tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en
las aguas de la rencilla.
25
Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte
de Hor,
26
y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a
Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá.
27
Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte
de Hor a la vista de toda la congregación.
28
Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las
vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murio allí en la cumbre del monte, y Moisés y
Eleazar descendieron del monte.
29
Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le
hicieron duelo por treinta días todas la familias de Israel.
Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el
Neguev, oyó que venía Israel por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de
él prisioneros.
2
Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto
entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.
3
Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo,
y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.
4
Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo,
para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.
5
Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué
nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y
nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
6
Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que
mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
7
Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por
haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas
serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
8
Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y
ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
9
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una
asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y
vivía.
10
Después partieron los hijos de Israel y acamparon en Obot.
11
Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto
que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol.
12
Partieron de allí, y acamparon en el valle de Zered.
13
De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que
está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; porque Arnón es límite de
Moab, entre Moab y el amorreo.
14
Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo
que hizo en el Mar Rojo, Y en los arroyos de Arnón;
15
Y a la corriente de los arroyos Que va a parar en Ar, Y
descansa en el límite de Moab.
16
De allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová
dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua.
17
Entonces, cantó Israel este cántico: Sube, oh pozo; a él
cantad;
18
Pozo, el cual cavaron los señores. Lo cavaron los
príncipes del pueblo, Y el legislador, con sus báculos. Del desierto vinieron a Matana,
19
y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot;
20
y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la
cumbre de Pisga, que mira hacia el desierto.
21
Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los
amorreos, diciendo:
22
Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni
por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que
pasemos tu territorio.
23
Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino
que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y
peleó contra Israel.
24
Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde
Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era
fuerte.
25
Y tomó Israel todas estas ciudades, y habitó Israel en
todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
26
Porque Hesbón era la ciudad de Sehón rey de los amorreos,
el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra
hasta Arnón.
27
Por tanto dicen los proverbistas: Venid a Hesbón,
Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón.
28
Porque fuego salió de Hesbón, Y llama de la ciudad de
Sehón, Y consumió a Ar de Moab, A los señores de las alturas de Arnón.
29
¡Ay de ti, Moab! Pereciste, pueblo de Quemos. Fueron
puestos sus hijos en huida, Y sus hijas en cautividad, Por Sehón rey de los amorreos.
30
Mas devastamos el reino de ellos; Pereció Hesbón hasta
Dibón, Y destruimos hasta Nofa y Medeba.
31
Así habitó Israel en la tierra del amorreo.
32
También envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus
aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí.
33
Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra
ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
34
Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque
en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como
hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.
35
E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que
le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.
Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de
Moab junto al Jordán, frente a Jericó.
2
Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al
amorreo.
3
Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho;
y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.
4
Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta
gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de
Zipor era entonces rey de Moab.
5
Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en
Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo
llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y
habita delante de mí.
6
Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es
más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que
tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.
7
Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con
las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de
Balac.
8
El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré
respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
9
Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos
que están contigo?
10
Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de
Moab, ha enviado a decirme:
11
He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz
de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo.
12
Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas
al pueblo, porque bendito es.
13
Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los
príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con
vosotros.
14
Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y
dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.
15
Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más
honorables que los otros;
16
los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac,
hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;
17
porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me
digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo.
18
Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque
Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi
Dios para hacer cosa chica ni grande.
19
Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche,
para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová.
20
Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para
llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.
21
Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna
y fue con los príncipes de Moab.
22
Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de
Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y
con él dos criados suyos.
23
Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino
con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo.
Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino.
24
Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que
tenía pared a un lado y pared al otro.
25
Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared,
y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla.
26
Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una
angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda.
27
Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de
Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo.
28
Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a
Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?
29
Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí.
¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!
30
Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has
cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo?
Y él respondió: No.
31
Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel
de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo
reverencia, y se inclinó sobre su rostro.
32
Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu
asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso
delante de mí.
33
El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de
mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a
ti, y a ella dejaría viva.
34
Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque
no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo
me volveré.
35
Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres;
pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de
Balac.
36
Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la
ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su
territorio.
37
Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué
no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?
38
Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas
¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
39
Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot.
40
Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a
los príncipes que estaban con él.
41
El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a
Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.
Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete
altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
2
Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam
un becerro y un carnero en cada altar.
3
Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo
iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te
avisaré. Y se fue a un monte descubierto.
4
Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete
altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
5
Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo:
Vuelve a Balac, y dile así.
6
Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su
holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
7
Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac,
Rey de Moab, de los montes del oriente; Ven, maldíceme a Jacob, Y ven, execra a Israel.
8
¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por
qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
9
Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los
collados lo miraré; He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre
las naciones.
10
¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de la
cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, Y mi postrimería sea como la
suya.
11
Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he
traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
12
El respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová
ponga en mi boca?
13
Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde
el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí
me los maldecirás.
14
Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y
edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15
Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu
holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
16
Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en
su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
17
Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su
holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
18
Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y
oye; Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
19
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para
que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
20
He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición,
y no podré revocarla.
21
No ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en
Israel. Jehová su Dios está con él, Y júbilo de rey en él.
22
Dios los ha sacado de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo.
23
Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra
Israel. Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
24
He aquí el pueblo que como león se levantará, Y como
león se erguirá; No se echará hasta que devore la presa, Y beba la sangre de los
muertos.
25
Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco
lo bendigas.
26
Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo
lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer?
27
Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a
otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas.
28
Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia
el desierto.
29
Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete
altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
30
Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un
carnero en cada altar.
Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él
bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que
puso su rostro hacia el desierto;
2
y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y
el Espíritu de Dios vino sobre él.
3
Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de
Beor, Y dijo el varón de ojos abiertos;
4
Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vio la visión
del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:
5
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, Tus
habitaciones, oh Israel!
6
Como arroyos están extendidas, Como huertos junto al río,
Como áloes plantados por Jehová, Como cedros junto a las aguas.
7
De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en
muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.
8
Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo.
Devorará a las naciones enemigas, Desmenuzará sus huesos, Y las traspasará con sus
saetas.
9
Se encorvará para echarse como león, Y como leona;
¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, Y malditos los que te maldijeren.
10
Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y
batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has
bendecido ya tres veces.
11
Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he
aquí que Jehová te ha privado de honra.
12
Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus
mensajeros que me enviaste, diciendo:
13
Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré
traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que
hable Jehová, eso diré yo?
14
He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te
indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días.
15
Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Dijo
el varón de ojos abiertos;
16
Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la
ciencia del Altísimo, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los
ojos:
17
Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá
ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y herirá las sienes de Moab, Y
destruirá a todos los hijos de Set.
18
Será tomada Edom, Será también tomada Seir por sus
enemigos, E Israel se portará varonilmente.
19
De Jacob saldrá el dominador, Y destruirá lo que quedare
de la ciudad.
20
Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo: Amalec, cabeza
de naciones; Mas al fin perecerá para siempre.
21
Y viendo al ceneo, tomó su parábola y dijo: Fuerte es tu
habitación; Pon en la peña tu nido;
22
Porque el ceneo será echado, Cuando Asiria te llevará
cautivo.
23
Tomó su parábola otra vez, y dijo: ¡Ay! ¿quién vivirá
cuando hiciere Dios estas cosas?
24
Vendrán naves de la costa de Quitim, Y afligirán a Asiria,
afligirán también a Heber; Mas él también perecerá para siempre.
25
Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar;
y también Balac se fue por su camino.
Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con
las hijas de Moab,
2
las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus
dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
3
Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se
encendió contra Israel.
4
Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del
pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se
apartará de Israel.
5
Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno
a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.
6
Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una
madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de
Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.
7
Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón,
y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
8
y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a
ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos
de Israel.
9
Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
10
Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
11
Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho
apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he
consumido en mi celo a los hijos de Israel.
12
Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con
él;
13
y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto
del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos
de Israel.
14
Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era
Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
15
Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de
Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
16
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
17
Hostigad a los madianitas, y heridlos,
18
por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides
con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del
príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de
Baal-peor.
Aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a
Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
2
Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de
Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a
la guerra en Israel.
3
Y Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los
campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
4
Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó
Jehová a Moisés y a los hijos de Israel que habían salido de tierra de Egipto.
5
Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de
Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;
6
de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la
familia de los carmitas.
7
Estas son las familias de los rubenitas; y fueron contados
de ellas cuarenta y tres mil setecientos treinta.
8
Los hijos de Falú: Eliab.
9
Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán
y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y
Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová;
10
y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré,
cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para
servir de escarmiento.
11
Mas los hijos de Coré no murieron.
12
Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia
de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los
jaquinitas;
13
de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia
de los saulitas.
14
Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil
doscientos.
15
Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de
los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas;
16
de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de
los eritas;
17
de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de
los arelitas.
18
Estas son las familias de Gad; y fueron contados de ellas
cuarenta mil quinientos.
19
Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la
tierra de Canaán.
20
Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la
familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de
los zeraítas.
21
Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los
hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas.
22
Estas son las familias de Judá, y fueron contados de ellas
setenta y seis mil quinientos.
23
Los hijos de Isacar por sus familias; de Tola, la familia de
los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas;
24
de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la
familia de los simronitas.
25
Estas son las familias de Isacar, y fueron contados de ellas
sesenta y cuatro mil trescientos.
26
Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia
de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los
jahleelitas.
27
Estas son las familias de los zabulonitas, y fueron contados
de ellas sesenta mil quinientos.
28
Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín.
29
Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los
maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas.
30
Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los
jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;
31
de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la
familia de los siquemitas;
32
de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la
familia de los heferitas.
33
Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los
nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
34
Estas son las familias de Manasés; y fueron contados de
ellas cincuenta y dos mil setecientos.
35
Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela,
la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la
familia de los tahanitas.
36
Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los
eranitas.
37
Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron
contados de ellas treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus
familias.
38
Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia
de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los
ahiramitas;
39
de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia
de los hufamitas.
40
Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia
de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas.
41
Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y fueron
contados de ellos cuarenta y cinco mil seiscientos.
42
Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la
familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
43
De las familias de los suhamitas fueron contados sesenta y
cuatro mil cuatrocientos.
44
Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de
los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas.
45
Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas;
de Malquiel, la familia de los malquielitas.
46
Y el nombre de la hija de Aser fue Sera.
47
Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron
contados de ellas cincuenta y tres mil cuatrocientos.
48
Los hijos de Neftalí, por sus familias: de Jahzeel, la
familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas;
49
de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia
de los silemitas.
50
Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y
fueron contados de ellas cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
51
Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos
un mil setecientos treinta.
52
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
53
A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta
de los nombres.
54
A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y a
cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados.
55
Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres
de las tribus de sus padres heredarán.
56
Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el
grande y el pequeño.
57
Los contados de los levitas por sus familias son estos: de
Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la
familia de los meraritas.
58
Estas son las familias de los levitas: la familia de los
libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los
musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.
59
La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le
nació a Leví en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su
hermana.
60
Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
61
Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño
delante de Jehová.
62
De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos
varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto
no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
63
Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar,
los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a
Jericó.
64
Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el
sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
65
Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el
desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.
Vinieron las hijas de Zelofejad hijo de Hefer, hijo de
Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los
nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa;
2
y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote
Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del
tabernáculo de reunión, y dijeron:
3
Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la
compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su
propio pecado murió, y no tuvo hijos.
4
¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre
su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
5
Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.
6
Y Jehová respondió a Moisés, diciendo:
7
Bien dicen las hijas de Zelofejad; les darás la posesión
de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a
ellas.
8
Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno
muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija.
9
Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
10
y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos
de su padre.
11
Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su
pariente más cercano de su linaje, y de éste será; y para los hijos de Israel esto
será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.
12
Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás
la tierra que he dado a los hijos de Israel.
13
Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a
tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón.
14
Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin,
en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas
son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
15
Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo:
16
Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un
varón sobre la congregación,
17
que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que
los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin
pastor.
18
Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón
en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
19
y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de
toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos.
20
Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la
congregación de los hijos de Israel le obedezca.
21
El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le
consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por
el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la
congregación.
22
Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a
Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación;
23
y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová
había mandado por mano de Moisés.
Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con
mis ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo.
3
Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a
Jehová: dos corderos sin tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo.
4
Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero
ofrecerás a la caída de la tarde;
5
y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con
un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas, en ofrenda.
6
Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí
para olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
7
Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero;
derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario.
8
Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde;
conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda
encendida en olor grato a Jehová.
9
Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto,
y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación.
10
Es el holocausto de cada día de reposo, además del
holocausto continuo y su libación.
11
Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a
Jehová dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año sin defecto;
12
y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, como
ofrenda con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como
ofrenda con cada carnero;
13
y una décima de flor de harina amasada con aceite, en
ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a
Jehová.
14
Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y la
tercera parte de un hin con cada carnero, y la cuarta parte de un hin con cada cordero.
Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
15
Y un macho cabrío en expiación se ofrecerá a Jehová,
además del holocausto continuo con su libación.
16
Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será
la pascua de Jehová.
17
Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por
siete días se comerán panes sin levadura.
18
El primer día será santa convocación; ninguna obra de
siervos haréis.
19
Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a
Jehová, dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin
defecto.
20
Y su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con
cada becerro, y dos décimas con cada carnero;
21
y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una
décima.
22
Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros.
23
Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que
es el holocausto continuo.
24
Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días,
vianda y ofrenda encendida en olor grato a Jehová; se ofrecerá además del holocausto
continuo, con su libación.
25
Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna
obra de siervos haréis.
26
Además, el día de las primicias, cuando presentéis
ofrenda nueva a Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación; ninguna obra de
siervos haréis.
27
Y ofreceréis en holocausto, en olor grato a Jehová, dos
becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año;
28
y la ofrenda de ellos, flor de harina amasada con aceite,
tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
29
y con cada uno de los siete corderos una décima;
30
y un macho cabrío para hacer expiación por vosotros.
31
Los ofreceréis, además del holocausto continuo con sus
ofrendas, y sus libaciones; serán sin defecto.
En el séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa
convocación; ninguna obra de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas.
2
Y ofreceréis holocausto en olor grato a Jehová, un becerro
de la vacada, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
3
y la ofrenda de ellos, de flor de harina amasada con aceite,
tres décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
4
y con cada uno de los siete corderos, una décima;
5
y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros,
6
además del holocausto del mes y su ofrenda, y el holocausto
continuo y su ofrenda, y sus libaciones conforme a su ley, como ofrenda encendida a
Jehová en olor grato.
7
En el diez de este mes séptimo tendréis santa
convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis;
8
y ofreceréis en holocausto a Jehová en olor grato, un
becerro de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto.
9
Y sus ofrendas, flor de harina amasada con aceite, tres
décimas de efa con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
10
y con cada uno de los siete corderos, una décima;
11
y un macho cabrío por expiación; además de la ofrenda de
las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo y de sus ofrendas y de sus
libaciones.
12
También a los quince días del mes séptimo tendréis santa
convocación; ninguna obra de siervos haréis, y celebraréis fiesta solemne a Jehová por
siete días.
13
Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida a Jehová
en olor grato, trece becerros de la vacada, dos carneros, y catorce corderos de un año;
han de ser sin defecto.
14
Y las ofrendas de ellos, de flor de harina amasada con
aceite, tres décimas de efa con cada uno de los trece becerros, dos décimas con cada uno
de los dos carneros,
15
y con cada uno de los catorce corderos, una décima;
16
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, su ofrenda y su libación.
17
El segundo día, doce becerros de la vacada, dos carneros,
catorce corderos de un año sin defecto,
18
y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
19
y un macho cabrío por expiación; además del holocausto
continuo, y su ofrenda y su libación.
20
El día tercero, once becerros, dos carneros, catorce
corderos de un año sin defecto;
21
y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
22
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, y su ofrenda y su libación.
23
El cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce
corderos de un año sin defecto;
24
sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
25
y un macho cabrío por expiación; además del holocausto
continuo, su ofrenda y su libación.
26
El quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce
corderos de un año sin defecto;
27
y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
28
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, su ofrenda y su libación.
29
El sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos
de un año sin defecto;
30
y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
31
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, su ofrenda y su libación.
32
El séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce
corderos de un año sin defecto;
33
y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los
carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
34
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, con su ofrenda y su libación.
35
El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra de siervos
haréis.
36
Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor
grato a Jehová, un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
37
sus ofrendas y sus libaciones con el becerro, con el carnero
y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
38
y un macho cabrío por expiación, además del holocausto
continuo, con su ofrenda y su libación.
39
Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas
solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros
holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras
ofrendas de paz.
40
Y Moisés dijo a los hijos de Israel conforme a todo lo que
Jehová le había mandado.
Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos
de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado.
2
Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento
ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que
salió de su boca.
3
Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con
obligación en casa de su padre, en su juventud;
4
si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su
alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación
con que hubiere ligado su alma, firme será.
5
Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos
y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Jehová la
perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
6
Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus
labios cosa con que obligue su alma;
7
si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los
votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
8
Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto
que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y
Jehová la perdonará.
9
Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma,
será firme.
10
Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere
ligado su alma con obligación de juramento,
11
si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces
todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme
será.
12
Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo
que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será
nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará.
13
Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma,
su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
14
Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces
confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó,
por cuanto calló a ello el día que lo oyó.
15
Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él
llevará el pecado de ella.
16
Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre
el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.
Haz la venganza de los hijos de Israel contra los
madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
3
Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos
de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en
Madián.
4
Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de
Israel, enviaréis a la guerra.
5
Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada
tribu, doce mil en pie de guerra.
6
Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió;
y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las
trompetas en su mano para tocar.
7
Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés,
y mataron a todo varón.
8
Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de
Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de
Beor mataron a espada.
9
Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los
madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus
bienes,
10
e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
11
Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres
como de bestias.
12
Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la
congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al
campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó.
13
Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los
príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
14
Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército,
contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
15
y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a
todas las mujeres?
16
He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que
los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo
mortandad en la congregación de Jehová.
17
Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños;
matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
18
Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan
conocido varón, las dejaréis con vida.
19
Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y
cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete días, y os
purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos.
20
Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de
pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.
21
Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que
venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés:
22
Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y
plomo,
23
todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y
será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis
pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.
24
Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así
seréis limpios; y después entraréis en el campamento.
25
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
26
Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las
personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la
congregación;
27
y partirás por mitades el botín entre los que pelearon,
los que salieron a la guerra, y toda la congregación.
28
Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de
guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los
bueyes, de los asnos y de las ovejas.
29
De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote
Eleazar la ofrenda de Jehová.
30
Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás
uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las ovejas y de
todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová.
31
E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová
mandó a Moisés.
32
Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres
de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,
33
setenta y dos mil bueyes,
34
y sesenta y un mil asnos.
35
En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido
varón, eran por todas treinta y dos mil.
36
Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra,
fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas;
37
y el tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas
setenta y cinco.
38
De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo
para Jehová, setenta y dos.
39
De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo
para Jehová, sesenta y uno.
40
Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo
para Jehová, treinta y dos personas.
41
Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al
sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.
42
Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés
de los hombres que habían ido a la guerra
43
(la mitad para la congregación fue: de las ovejas,
trescientas treinta y siete mil quinientas;
44
de los bueyes, treinta y seis mil;
45
de los asnos, treinta mil quinientos;
46
y de las personas, dieciséis mil);
47
de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés
uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas,
que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a
Moisés.
48
Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel
ejército, los jefes de millares y de centenas,
49
y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los
hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
50
Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo
que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para
hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová.
51
Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos,
alhajas, todas elaboradas.
52
Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los
jefes de millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
53
Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno
para sí.
54
Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de
los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión, por
memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy
inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el
país lugar de ganado.
2
Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y
hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación,
diciendo:
3
Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y
Beón,
4
la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de
Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
5
Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése
esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
6
Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de
Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
7
¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no
pasen a la tierra que les ha dado Jehová?
8
Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde
Cades- barnea para que viesen la tierra.
9
Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron
la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Jehová
les había dado.
10
Y la ira de Jehová se encendió entonces, y juró diciendo:
11
No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años
arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no
fueron perfectos en pos de mí;
12
excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun,
que fueron perfectos en pos de Jehová.
13
Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo
andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella
generación que había hecho mal delante de Jehová.
14
Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros
padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel.
15
Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a
dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.
16
Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos
aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
17
y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de
los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en
ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
18
No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel
posean cada uno su heredad.
19
Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del
Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán
al oriente.
20
Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os
disponéis para ir delante de Jehová a la guerra,
21
y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de
Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí,
22
y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego
volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra
será vuestra en heredad delante de Jehová.
23
Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante
Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
24
Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para
vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca.
25
Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés,
diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.
26
Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas
nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad;
27
y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán
delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice.
28
Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a
Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
29
Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de
Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová,
luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en
posesión;
30
mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán
posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán.
31
Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron
diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos.
32
Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de
Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán.
33
Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén,
y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de
Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país
alrededor.
34
Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer,
35
Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha,
36
Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron
también majadas para ovejas.
37
Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, Eleale,
Quiriataim,
38
Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron
nombres a las ciudades que edificaron.
39
Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la
tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella.
40
Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual
habitó en ella.
41
También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les
puso por nombre Havot-jair.
42
Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó
Noba, conforme a su nombre.
Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron
de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón.
2
Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por
mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas.
3
De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días
del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano
poderosa, a vista de todos los egipcios,
4
mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había
herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová
juicios contra sus dioses.
5
Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon
en Sucot.
6
Salieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al confín
del desierto.
7
Salieron de Etam y volvieron sobre Pi-hahirot, que está
delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.
8
Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al
desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara.
9
Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce
fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí.
10
Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.
11
Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.
12
Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.
13
Salieron de Dofca y acamparon en Alús.
14
Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no
tuvo aguas para beber.
15
Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.
16
Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-
hataava.
17
Salieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot.
18
Salieron de Hazerot y acamparon en Ritma.
19
Salieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres.
20
Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libna.
21
Salieron de Libna y acamparon en Rissa.
22
Salieron de Rissa y acamparon en Ceelata.
23
Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer.
24
Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada.
25
Salieron de Harada y acamparon en Macelot.
26
Salieron de Macelot y acamparon en Tahat.
27
Salieron de Tahat y acamparon en Tara.
28
Salieron de Tara y acamparon en Mitca.
29
Salieron de Mitca y acamparon en Hasmona.
30
Salieron de Hasmona y acamparon en Moserot.
31
Salieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán.
32
Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad.
33
Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata.
34
Salieron de Jotbata y acamparon en Abrona.
35
Salieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.
36
Salieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin,
que es Cades.
37
Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la
extremidad del país de Edom.
38
Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al
dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel
de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.
39
Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando
murió en el monte de Hor.
40
Y el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Neguev en la
tierra de Canaán, oyó que habían venido los hijos de Israel.
41
Y salieron del monte de Hor y acamparon en Zalmona.
42
Salieron de Zalmona y acamparon en Punón.
43
Salieron de Punón y acamparon en Obot.
44
Salieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera
de Moab.
45
Salieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad.
46
Salieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.
47
Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de
Abarim, delante de Nebo.
48
Salieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos
de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
49
Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot
hasta Abel-sitim, en los campos de Moab.
50
Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al
Jordán frente a Jericó, diciendo:
51
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado
el Jordán entrando en la tierra de Canaán,
52
echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del
país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y
destruiréis todos sus lugares altos;
53
y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en
ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.
54
Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a
los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le
cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres
heredaréis.
55
Y si no echareis a los moradores del país de delante de
vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y
por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros
habitareis.
56
Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos.
Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado
en la tierra de Canaán, esto es, la tierra que os ha de caer en herencia, la tierra de
Canaán según sus límites,
3
tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta la
frontera de Edom; y será el límite del sur al extremo del Mar Salado hacia el oriente.
4
Este límite os irá rodeando desde el sur hasta la subida
de Acrabim, y pasará hasta Zin; y se extenderá del sur a Cades- barnea; y continuará a
Hasar-adar, y pasará hasta Asmón.
5
Rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de
Egipto, y sus remates serán al occidente.
6
Y el límite occidental será el Mar Grande; este límite
será el límite occidental.
7
El límite del norte será este: desde el Mar Grande
trazaréis al monte de Hor.
8
Del monte de Hor trazaréis a la entrada de Hamat, y
seguirá aquel límite hasta Zedad;
9
y seguirá este límite hasta Zifrón, y terminará en
Hazar- enán; este será el límite del norte.
10
Por límite al oriente trazaréis desde Hazar-enán hasta
Sefam;
11
y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de
Aín; y descenderá el límite, y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente.
12
Después descenderá este límite al Jordán, y terminará
en el Mar Salado: esta será vuestra tierra por sus límites alrededor.
13
Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la
tierra que se os repartirá en heredades por sorteo, que mandó Jehová que diese a las
nueve tribus, y a la media tribu;
14
porque la tribu de los hijos de Rubén según las casas de
sus padres, y la tribu de los hijos de Gad según las casas de sus padres, y la media
tribu de Manasés, han tomado su heredad.
15
Dos tribus y media tomaron su heredad a este lado del
Jordán frente a Jericó al oriente, al nacimiento del sol.
16
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
17
Estos son los nombres de los varones que os repartirán la
tierra: El sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun.
18
Tomaréis también de cada tribu un príncipe, para dar la
posesión de la tierra.
19
Y estos son los nombres de los varones: De la tribu de
Judá, Caleb hijo de Jefone.
20
De la tribu de los hijos de Simeón, Semuel hijo de Amiud.
21
De la tribu de Benjamín, Elidad hijo de Quislón.
22
De la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buqui hijo de
Jogli.
23
De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés,
el príncipe Haniel hijo de Efod,
24
y de la tribu de los hijos de Efraín, el príncipe Kemuel
hijo de Siftán.
25
De la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elizafán
hijo de Parnac.
26
De la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel
hijo de Azán.
27
De la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de
Selomi.
28
Y de la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Pedael
hijo de Amiud.
29
A éstos mandó Jehová que hiciesen la repartición de las
heredades a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.
Habló Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al
Jordán frente a Jericó, diciendo:
2
Manda a los hijos de Israel que den a los levitas, de la
posesión de su heredad, ciudades en que habiten; también daréis a los levitas los
ejidos de esas ciudades alrededor de ellas.
3
Y tendrán ellos las ciudades para habitar, y los ejidos de
ellas serán para sus animales, para sus ganados y para todas sus bestias.
4
Y los ejidos de las ciudades que daréis a los levitas
serán mil codos alrededor, desde el muro de la ciudad para afuera.
5
Luego mediréis fuera de la ciudad al lado del oriente dos
mil codos, al lado del sur dos mil codos, al lado del occidente dos mil codos, y al lado
del norte dos mil codos, y la ciudad estará en medio; esto tendrán por los ejidos de las
ciudades.
6
Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades
serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se refugie allá; y además de
éstas daréis cuarenta y dos ciudades.
7
Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta
y ocho ciudades con sus ejidos.
8
Y en cuanto a las ciudades que diereis de la heredad de los
hijos de Israel, del que tiene mucho tomaréis mucho, y del que tiene poco tomaréis poco;
cada uno dará de sus ciudades a los levitas según la posesión que heredará.
9
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
10
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado
al otro lado del Jordán a la tierra de Canaán,
11
os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis,
donde huya el homicida que hiriere a alguno de muerte sin intención.
12
Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador,
y no morirá el homicida hasta que entre en juicio delante de la congregación.
13
De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades
de refugio.
14
Tres ciudades daréis a este lado del Jordán, y tres
ciudades daréis en la tierra de Canaán, las cuales serán ciudades de refugio.
15
Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de
Israel, y para el extranjero y el que more entre ellos, para que huya allá cualquiera que
hiriere de muerte a otro sin intención.
16
Si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida
es; el homicida morirá.
17
Y si con piedra en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere
y muriere, homicida es; el homicida morirá.
18
Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar
muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
19
El vengador de la sangre, él dará muerte al homicida;
cuando lo encontrare, él lo matará.
20
Y si por odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por
asechanzas, y muere;
21
o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor
morirá; es homicida; el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrare.
22
Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre
él cualquier instrumento sin asechanzas,
23
o bien, sin verlo hizo caer sobre él alguna piedra que pudo
matarlo, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;
24
entonces la congregación juzgará entre el que causó la
muerte y el vengador de la sangre conforme a estas leyes;
25
y la congregación librará al homicida de mano del vengador
de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se
había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido
con el aceite santo.
26
Mas si el homicida saliere fuera de los límites de su
ciudad de refugio, en la cual se refugió,
27
y el vengador de la sangre le hallare fuera del límite de
la ciudad de su refugio, y el vengador de la sangre matare al homicida, no se le culpará
por ello;
28
pues en su ciudad de refugio deberá aquél habitar hasta
que muera el sumo sacerdote; y después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida
volverá a la tierra de su posesión.
29
Estas cosas os serán por ordenanza de derecho por vuestras
edades, en todas vuestras habitaciones.
30
Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos
morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera.
31
Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está
condenado a muerte; indefectiblemente morirá.
32
Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de
refugio, para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.
33
Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta
sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada
en ella, sino por la sangre del que la derramó.
34
No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio
de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel.
Llegaron los príncipes de los padres de la familia de
Galaad hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron
delante de Moisés y de los príncipes, jefes de las casas paternas de los hijos de
Israel,
2
y dijeron: Jehová mandó a mi señor que por sorteo diese
la tierra a los hijos de Israel en posesión; también ha mandado Jehová a mi señor, que
dé la posesión de Zelofehad nuestro hermano a sus hijas.
3
Y si ellas se casaren con algunos de los hijos de las otras
tribus de los hijos de Israel, la herencia de ellas será así quitada de la herencia de
nuestros padres, y será añadida a la herencia de la tribu a que se unan; y será quitada
de la porción de nuestra heredad.
4
Y cuando viniere el jubileo de los hijos de Israel, la
heredad de ellas será añadida a la heredad de la tribu de sus maridos; así la heredad
de ellas será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.
5
Entonces Moisés mandó a los hijos de Israel por mandato de
Jehová, diciendo: La tribu de los hijos de José habla rectamente.
6
Esto es lo que ha mandado Jehová acerca de las hijas de
Zelofehad, diciendo: Cásense como a ellas les plazca, pero en la familia de la tribu de
su padre se casarán,
7
para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada
de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel estará ligado a la heredad de
la tribu de sus padres.
8
Y cualquiera hija que tenga heredad en las tribus de los
hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los
hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres,
9
y no ande la heredad rodando de una tribu a otra, sino que
cada una de las tribus de los hijos de Israel estará ligada a su heredad.
10
Como Jehová mandó a Moisés, así hicieron las hijas de
Zelofehad.
11
Y así Maala, Tirsa, Hogla, Milca y Noa, hijas de Zelofehad,
se casaron con hijos de sus tíos paternos.
12
Se casaron en la familia de los hijos de Manasés, hijo de
José; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.
13
Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó
Jehová por medio de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al
Jordán, frente a Jericó.